Ser futbolista y llegar al Real Madrid es muy complicado. Tener la posibilidad de poder debutar con el primer equipo e ir haciéndote un hueco, aún más. Muchas veces, por muy prometedor que parezcas, ocurren ciertos factores que evitan que puedas llegar a lo más alto en el mejor club del mundo. Eso mismo le ha pasado a Iker Bravo, una de las jóvenes promesas del fútbol español que llegó al Real Madrid procedente del Bayer Leverkusen, y que ha anunciado este pasado domingo en sus diferentes redes sociales su despedida del club blanco tras dos temporadas ligado a la entidad merengue.
Con 19 años de edad y tras una buena temporada en el aspecto personal en el Juvenil A de Álvaro Arbeloa y la primera con menos protagonismo en el Real Madrid Castilla de Raúl González, el futbolista de nacido en Barcelona deja la camiseta blanca al no hacerse efectiva su opción de compra, teniendo que buscar ya nuevos objetivos.
LA EMOTIVA DESPEDIDA DE IKER BRAVO
"Hola Madridistas, ha llegado el momento de despedirnos", afirma Iker Bravo en una publicación subida a sus redes sociales, en la que afirma que "han sido dos años de mucho aprendizaje, de entender la vida con la exigencia de ser un profesional del Real Madrid y, por tanto, de crecimiento y madurez personal".
Iker Bravo también da las gracias a sus compañeros y todo el personal de la ciudad deportiva de Valdebebas, así como a la afición, medios de comunicación y a Álvaro Arbeloa y su cuerpo técnico. "No sólo me han hecho mejor futbolista en todos los aspectos, sino, sobre todo, mejor persona. Me llevo de vosotros la mejor lección de vida", señala.
"Que lo que este sueño un día unió, se mantenga en el tiempo, vivamos lo que nos toque vivir. Gracias Real Madrid", concluía Iker Bravo que cerraba de esta manera una etapa más de su corta pero intensa carrera futbolística.