El Real Madrid tiene prácticamente cerrada la planificación deportiva de la presente temporada. Aunque la lesión de Thibaut Courtois, de larga duración, haya obligado a los ejecutivos madridistas a acudir al mercado en busca de un fichaje de última hora para suplir al cancerbero belga y tener de nuevo dos porteros disponibles en la primera plantilla, no se esperan muchos más cambios.
Se acaba el tiempo
Una de las operaciones que se está alargando en el tiempo, más de lo que les gustaría a los mandamases del Santiago Bernabéu, es la salida de Álvaro Odriozola. El lateral vasco regresó al feudo blanco en la temporada 22/23 y quedó claro desde el principio que Carlo Ancelotti no contaba con el '16'.
Esta tendencia se fue confirmando durante el curso pasado, lo que ha llevado al zaguero español a solicitar su salida. El club blanco está facilitando las negociaciones con la Real Sociedad en la medida de lo posible, pero no dejará que se marche gratis: todavía tiene contrato y Odriozola no aceptó terminar este vínculo antes de tiempo con la condición de marcharse como agente libre.
Aunque el proceso parece estar estancado desde que se confirmaron los primeros contactos con el equipo txuriurdin, Florentino Pérez ha rebajado notablemente las exigencias económicas. Comenzó pidiendo 10 millones de euros por la salida del defensor, pero ha terminado dejando el tránsfer en tan solo 5 millones de euros: el mismo valor que tiene en el mercado según Transfermarkt.
Muy pausado
Pese a estas facilidades, en las oficinas del Reale Arena parecen no tenerlo del todo claro. Quedan tres semanas de mercado de traspaso de verano y no hay movimientos notables para acercarse a Odriozola, a pesar de que es un objetivo declarado de la directiva vaasca y el destino favorito del propio lateral.
Sea como fuere, si se queda en el Real Madrid, Odriozola sabe que seguirá sumido en el ostracismo. Carlo Ancelotti le dejó claro a principios de verano, antes de la gira de pretemporada por Estados Unidos, que no tenía sitio en la plantilla. El partido contra el Athletic Club de Bilbao, el primero de la campaña 23/24, ha vuelto a dejar clara la posición del entrenador blanco y del club sobre su continuidad en el Santiago Bernabéu.