El último entrenamiento del Real Madrid, en plena preparación para el partido contra Las Palmas del próximo sábado, ha dejado una buena noticia para Carlo Ancelotti. Más allá de recuperar a un Fede Valverde que hizo saltar las alarmas después de no entrenar con el grupo, el míster de Reggiolo ha visto una cara nueva en Valdebebas: Thibaut Courtois.
El arquero belga ha estado desde principios de temporada sin pisar el césped de los campos de entrenamiento de la disciplina merengue por su lesión en el ligamento cruzado: se lo rompió antes de la primera jornada de Liga contra el Athletic Club de Bilbao, desencadenando un debate que ha llegado hasta hoy sin una solución clara.
Sin prisa pero sin pausa
Las previsiones de los servicios médicos de la entidad merengue, siempre conservadoras para no avanzar plazos en falso, consideran que Courtois podría regresar para los dos meses finales de la temporada 23/24: todo dependerá de la evolución que tenga el '1' madridista durante los entrenamientos en solitario en los meses de febrero y marzo.
Con el regreso de Thibaut Courtois a los entrenamientos en la Ciudad Deportiva de Valdebebas, Carlo Ancelotti está cada vez más cerca de recuperar a dos futbolistas clave: el otro es Éder Militão. Ambos se rompieron el ligamento cruzado a principios de temporada, dejando un 'vacío' en sus respectivas demarcaciones que el míster de Reggiolo ha ido solucionando con sus compañeros.
Justo a tiempo
Aunque los resultados obtenidos hasta la fecha no son malos, sí podrían ser mejorables... especialmente en el contexto de Copa del Rey. Pero el regreso de Courtois y MIlitão, que ya entrenan en Valdebebas en solitario, abre un nuevo horizonte deportivo para la entidad merengue en la parte más complicada del calendario deportivo: la pelea por la Liga se intensificará en un escenario salpicado por los cuartos y las semifinales de la Champions League.