El FC Barcelona ganó en Pamplona con ayuda arbitral. El conjunto culé venció por un gol a dos al CA Osasuna en un partido en el que se volvió a ver beneficiado por el árbitro, que en este caso era Miguel Ángel Ortiz Arias.
Esta tendencia arbitral no sorprende a los que llevan años siguiendo el fútbol español. Sin embargo, a los nuevos que recalan en LaLiga sí les pilla por sorpresa. Es el caso de Jude Bellingham que no dio crédito de lo que estaba sucediendo. El inglés se lo hizo saber a sus compañeros por el grupo de WhatsApp del equipo.
El pichichi de la competición no entiende que se señalara como pena máxima el agarrón que sufre Robert Lewandowski, pero no el codazo de Oriol Romeu sobre Pablo Ibáñez. En definitiva, es ese doble rasero de siempre y que ayuda a los culés a sacar sus partidos adelante.
Diferentes criterios
Es llamativo esa diferencia a la hora de analizar las jugadas. Lo cierto es que, una vez más, la plantilla de Xavi Hernández se volvió a ver beneficiada por la labor de los árbitros, tanto desde el campo como desde el VAR.
Esta puede ser la tónica durante el curso. Evidentemente, no es nada raro, puesto que los madridistas llevan tiempo compitiendo de esta manera, que al fin y al cabo puede acabar decidiendo ligas.