En la previa del Real Madrid-Atalanta de este miércoles, en el que está en juego el título de la Supercopa de Europa, el gran protagonista acabó siendo Camavinga. El centrocampista se tuvo que retirar lesionado del entrenamiento, justo cuando estaba a punto de acabar el partidillo, después de una acción en la que acabó en el suelo con gritos de dolor.
Se marchó como medida de precaución, aunque el gesto de Modric con las manos en la cabeza y sobre todo el de Ancelotti lanzando el cronómetro que tenía en las manos como muestra de rabia y enfado, hacían presagiar que era más importante de lo que parecía. Sobre todo cundió la preocupación, ya que todo apunta a que se perderá el encuentro.
Con todas las dudas encima de la mesa, Eduardo publicó un mensaje a través de sus redes sociales, en el que confesó que “tengo un pequeño dolor, sí, es mi rodilla. No sé qué me pasa, mañana por la mañana tengo exámenes médicos”. Todavía no hay diagnóstico oficial hasta que le miren bien, pero todo apunta a que no es de máxima gravedad, por lo que podemos respirar tranquilos.
Saltaron las alarmas
Todo el madridismo se preocupó en cuanto vio a Camavinga en el suelo gritando de dolor. Saltaron todas las alarmas ya que los precedentes no son nada positivos. La temporada pasada, antes del primer partido oficial se lesionó Courtois y en los primeros minutos del duelo ante el Athletic que abría la Liga para los blancos, fue Militao el que cayó.
Ambos estuvieron muchos meses alejados de los terrenos de juego, por lo que el temor de que ocurra lo mismo con Eduardo hizo temblar a todos. Hay que ser pacientes hasta conocer el resultado de las pruebas, pero todo indica que en esta ocasión no tendrá tanta gravedad.