La plantilla del Real Madrid sufrió importantes modificaciones durante el verano pasado. Además de las seis incorporaciones conseguidas por la junta directiva madridista, entre las que están Jude Bellingham, Arda Güler o Brahim Díaz, los mandamases merengues también dejaron salir a jugadores como Hazard, Mariano Díaz o Marco Asensio.
La mayoría de estas despedidas fueron en condición de agente libre, ya que sus aportes no tenían mucho sentido con el nuevo proyecto deportivo planteado por los propios ejecutivos blancos. Pero uno de estos futbolistas que se dejó marchar sí tenía encaje a ojos del cuerpo técnico: Marco Asensio.
Solución inesperada
La salida del entonces '11' balear del Real Madrid fue un importante varapalo para Carlo Ancelotti. Con la consolidación de Rodrygo Goes en la banda derecha del antiguo 4-3-3, el extremo mallorquín era el primer suplente del míster de Reggiolo. Para compensar su marcha al Parque de los Príncipes como agente libre a pesar de las ofertas de renovación colocadas en su buzón, desde las oficinas de Valdebebas se tramitó el regreso de Brahim Díaz.
El futbolista malagueño no entró por los ojos de Carlo Ancelotti, quien le tuvo en el banquillo hasta que las lesiones convirtieron su titularidad en algo inevitable. Aprovechando esta situación, el '21' merengue se desató y comenzó un ascenso meteórico en popularidad que le ha valido más de una ovación cerrada del Santiago Bernabéu y un impensado cambio de mentalidad del propio técnico italiano merengue.
Este intercambio Asensio-Brahim ha terminado siendo bastante más rentable para el Real Madrid que para el PSG. Al contrario que su reemplazo madridista, Marco Asensio no tiene buenos recuerdos de sus primeros meses como futbolista capitalino galo: las lesiones están mermando nuevamente su capacidad para triunfar.
Horrible inicio
El extremo balear arrancó el curso 23/24 incluso con posibilidades de ser un titular fijo en el once de Luis Enrique a pesar de los nueve fichajes en ataque hechos por Nasser Al-Khelaïfi durante el pasado verano. Pero su lesión de pie le tuvo apartado hasta el 28 de noviembre: se perdió 12 encuentros clave en los que ha perdido todo el terreno ganado a ojos del técnico asturiano.
Desde que regresó contra el Newcastle en Champions League, un encuentro que terminó 1-1, solo ha disputado cinco partidos. Entró en la segunda mitad como jugador de refresco y solo para disputar los últimos minutos de encuentros que la disciplina parisina tenía más que solucionados. Su última participación en el Trophée des Champions, resuelto en la primera mitad, evidencia el mal momento que está atravesando el exfutbolista blanco en la capital de Francia.