El posible fichaje de Kylian Mbappé por el Real Madrid tiene 'desesperado' a Nasser Al-Khelaïfi. Los métodos de presión aplicados por la junta directiva del PSG no han funcionado y el atacante de Bondy sigue empeñado en agotar su contrato y marcharse del PSG como agente libre en verano de 2024.
Esta no es la situación ideal para los ejecutivos parisinos, que todavía intentan convencer a Kylian Mbappé de una renovación que se antoja imposible. Sobre todo si siguen presionando al atacante de Bondy de la misma forma que lo están haciendo ahora, provocando la ruptura total de relaciones y el alejamiento definitivo del entorno del punta galo de los directivos del Parque de los Príncipes.
El tiempo se agota para el club galo, que está dispuesto a dejar sin jugar a su máxima estrella durante la temporada 23/24 como 'castigo' por no renovar. Este es un destino que no asusta a Kylian Mbappé, quien contempla esta posibilidad siempre y cuando el Real Madrid no presente una oferta para hacerse con sus servicios.
Lo tiene muy claro
La intervención del club blanco podría desbloquear la operación. Con un PSG cada vez más sometido a la presión del tiempo, porque tan solo queda un mes para que se termine el mercado de traspasos, y del entorno de Kylian Mbappé, que se sigue negando a renovar, la oferta de Florentino Pérez podría poner fin al 'caso Mbappé' de inmediato.
Sin embargo, los integrantes de la junta directiva del Real Madrid todavia operan con cautela para evitar la repetición de lo sucedido en verano de 2022: renovaciones sorpresa o arrepentimientos de última hora que cierren la puerta totalmente a que Kylian Mbappé sea futbolista blanco.
El presidente blanco no se olvida de que en verano de 2021, el PSG ni siquiera respondió a las dos ofertas realizadas por el Real Madrid de 180 y 200 millones de euros por Kylian Mbappé. Este silencio institucional y forma de ignorar la propuesta de traspaso ahora lo sufre el PSG con la pasividad de un Real Madrid que se limita a mirar desde el Santiago Bernabéu la escalada de tensión entre Mbappé y Nasser Al-Khelaïfi.
Nada de lo que diga o haga el PSG, salvo que sea una llamada que solicite la intervención expresa del club blanco, hará cambiar de opinión a los directivos del Real Madrid. Tampoco la contratación de un intermediario para intentar presionar a los ejecutivos madridistas y buscar una vía de negociación alternativa, una estrategia que se ha hundido poco después de que Nasser Al-Khelaïfi la pusiera en marcha.