Por si no había tenido suficiente repercusión el caso de Vinicius y el racismo, el relato ha dado una vuelta de tuerca más de forma incomprensible. Esta nace de las declaraciones de los acusados de Mestalla por los insultos racistas que le vertieron al brasileño.
El racismo volvía a asomarse
Durante el día de ayer lunes, los máximos responsables de todo aquel oscuro capítulo declararon ante el juez y dieron su versión de los hechos, de los que uno de los abogados del procesado consideró que a su cliente le acusaban de un delito de odio por rascarse las axilas.
Esas declaraciones no han hecho nada más que incendiar todavía más la situación. Por si fuera poco, este se sentía de muy malas formas con el Valencia: “Estoy indignado con el Valencia porque le han fastidiado la vida a un chaval de 18 años”.
La tensa situación que se vivió con Vinicius
El abogado alegaba que su cliente sufría una enfermedad: "Mi cliente tiene una enfermedad degenerativa y va al campo a disfrutar”. Además, este se escudaba con que la situación era muy grave.: “La situación es muy grave porque le han prohibido entrar de por vida”.
Pero nada más lejos de la realidad, volvieron a dejar como víctima al propio futbolista: "Vinicius tiene un problema de educación , tiene actitudes chulescas, no es un problema de racismo".
La tesitura del caso parece que supera a la ficción y veremos qué rumbo toma la investigación, visto el nivel que ofrecieron ayer las partes. El delantero madridista ya no da crédito a la situación y a pesar que el otro día lo vimos en Cornellà reivindicando el racismo, sigue muy dolido con toda la situación.