El Real Madrid, poco después de ganar la Supercopa de España, se embarcó en el avión de regreso a Madrid. Los pupilos de Carlo Ancelotti vuelven a la realidad competitiva de su calendario en una de las fases más duras de la temporada 23/24, pero hubo espacio para la celebración en la aeronave que les trajo de regreso a nuestro país.
Momento de sincerarse
En medio de esta algarabía por la victoria contra el FC Barcelona, Vinícius Jr. tuvo varias conversaciones con sus compañeros en las que dejó claro lo que ya dijo frente a la prensa poco después de la final contra el equipo azulgrana: "No soy un santo, a veces hablo demasiado, hago regates que no se deben hacer, pero estoy aquí para mejorar, dar ejemplo a los niños".
Esta lección que Vinícius parece haber extraído de su mejor partido en lo que llevamos de temporada podría ser mucho más valiosa de lo que parece. El '7' verdeamarelo está día sí y día también en las portadas de los medios de comunicación por sus rifirrafes con los defensas rivales dentro del terreno de juego, algo que podría distraerle de su objetivo: seguir triunfando con la elástica blanca.
Pero la gran final contra el FC Barcelona, un partido que además terminó con la expulsión de Ronald Araújo, podría haber dejado una importante huella en el futbolista del Real Madrid. La idea de mejora constante fue muy repetida en todas las conversaciones con sus compañeros durante el vuelo de regreso a España, unas charlas que incluso terminaron con sentidos abrazos con Vinícius Jr.
Aspiración
El delantero brasileño del Real Madrid está de vuelta y tiene un objetivo muy claro: "todos quieren pelear conmigo, porque saben que al final va a salir en la prensa, que Vinícius hace esto o aquello, pero yo intento estar muy tranquilo y muy centrado en el partido para ayudar lo mejor posible a mis compañeros". Ayer se demostró en el césped del Al-Awwal Park