En el Real Madrid tienen claro que una de las piezas clave del nuevo proyecto deportivo debe ser Aurélien Tchouaméni. El crecimiento que ha experimentado el stopper galo durante su primera temporada en el Santiago Bernabéu y su reto personal de hacer de este curso el de su reivindicación están funcionando por el momento.
Inapelable
El pivote francés se ha convertido en el nuevo ancla titular del Real Madrid y Carlo Ancelotti sabe que lo está haciendo muy bien. Más allá de las sensaciones registradas sobre el terreno de juego y en las sesiones de entrenamiento celebradas en Valdebebas, el míster de Reggiolo tiene motivos de sobra para apostar por la continuidad del '18' madridista en el once inicial.
Davide Ancelotti fue el primero en señalar estos datos a su padre después del partido contra el Getafe al grito de "esto es una pasada". Aunque el choque no arrancó como debería por el error sufrido en la salida de balón y el planteamiento ultradefensivo que José Bordalás dejó en el Santiago Bernabéu, Aurélien Tchouaméni ha demostrado que está a la altura de las circunstancias.
De menos a más
Este verano ha sido clave para la mejoría de su estado físico y mental. Este importante cambio después de la lesión sufrida a mediados de la temporada pasada y el desgaste provocado por el Mundial de Qatar 2022 hizo que la confianza del míster de Reggiolo decayera considerablemente.
Su reclusión en el banquillo no gustó nada a la junta directiva liderada por Florentino Pérez, que aleccionó consecuentemente al entrenador italiano y ha fraguado un cambio a la hora de hacer los onces iniciales que no solo Tchouaméni agradece y corresponde con partidos prácticamente perfectos desde que comenzó la temporada: el madridismo tiene cada vez más oportunidades de ver a uno de los mejores stopper del planeta.