Jude Bellingham parece haber caído de pie en el Real Madrid. No solo porque se trata de uno de los fichajes más ilusionantes de los últimos tiempos, sino porque su actitud parece corresponder a la de un jugador que ha llegado al club blanco para trabajar y para divertirse.
La conexión con sus compañeros de vestuario parece haberse establecido de forma casi inmediata, especialmente con los nuevos fichajes como Fran García o Arda Güler, de quien se ha convertido en inseparable en las últimas sesiones de entrenamiento. Pese a todo, el gran gesto de Jude Bellingham que le ha servido para 'meterse en el bolsillo' al madridismo dista mucho de su comunión con el resto de pupilos de Carlo Ancelotti.
Camino a la leyenda
Las negociaciones con el Borussia Dortmund dejaron claro que los Bellingham no son una familia cualquiera. Otros entornos hubieran presionado a los futbolistas por aceptar las ofertas económicas superiores a las ofrecidas por el Real Madrid, como la de un Manchester City que intentó presionar al todocampista inglés a través de su amigo Erling Haaland con el objetivo de boicotear el fichaje de la entidad presidida por Florentino Pérez.
Afortunadamente estos planes no se cumplieron y Bellingham puede dejar patente que no tiene nada que ver con otras estrellas futbolísticas. La foto que ha subido con un histórico del club, Chendo, ha mostrado su lado más humano. Este selfie con el delegado de campo y mítico lateral derecho madridista sirve para confirmar que los Bellingham son, ante todo, personas agradecidas.
Ya lo demostró cuando se marchó del Borussia Dortmund, un momento que aprovechó para agradecer a todos los trabajadores del club su ayuda durante el tiempo que había estado militando en el Signal Iduna Park. Todo parece indicar que Jude Bellingham parece estar entablando las mismas relaciones con el staff técnico del Real Madrid. La foto con Chendo es el último ejemplo.