Carlo Ancelotti había fijado varias directrices a sus jugadores antes de empezar el partido. Uno de los futbolistas en los que más incidió el entrenador del Real Madrid fue Jude Bellingham, ya que el interior merengue llevaba varios partidos siendo el gran objetivo de sus rivales.
El técnico italiano sabía que en Mendizorroza iban a ir a por él y era importante que mantuviera la calma sobre el terreno de juego. Además, Bellingham contaba con tres tarjetas amarillas y si veía la cuarta ante el Alavés, le condicionaría los siguientes encuentros, ya que se quedaría a un partido de la suspensión.
Sin embargo, en los minutos finales del partido, Jude vio la cartulina amarilla y fue consciente de lo que esto implicaba. Ancelotti mostró su enfado, ya que consideraba que la amarilla se podía haber evitado. El propio Bellingham era consciente de que merecía ver la cartulina y no se quejó tras la acción.
Una vez que llegó el final del partido, Ancelotti se fue a por el inglés y le dijo lo siguiente: "Jude, ya lo sabes, pero es tu cuarta". Además, el italiano consideraba que esa falta era fruto de la frustración del jugador y que se debería haber controlado en el Estadio de Mendizorroza.
No lo podía entender
Bellingham entró al vestuario alegre por el resultado, pero consciente de que Ancelotti estaba diciendo la verdad sobre esa amarilla. Jude acató el mensaje de Carlo y no le quedó otra que darle la razón porque sabía perfectamente que se había equivocado.