El conjunto de Ancelotti firmó un partido brillante ante el Getafe donde fueron muy superiores en todo momento. El Real Madrid conisguió el objetivo marcado ante el equipo de Bordalás y salieron con tres puntos importantísimos para sellar el primer puesto de la clasificación.
Sin embargo, la actuación De Burgos Bengoetxea, una vez más, no fue la mejor ante el Real Madrid. El colegiado vasco firmó errores mayúsculos al no pitar los penaltis sobre Vinicius y Brahim. Pero sin duda, la acción sobre el español fue la que más hizo enfadar tanto a los madridistas como a los jugadores.
El propio Brahim no podía entender como ni el árbitro ni el VAR habían visto un derribo tan claro dentro del área. El mediapunta blanco se levantó rápidamente del suelo y se fue directamente a protestar al colegiado. Sin embargo, se dio cuenta, en prácticamente segundos, que no iban a señalar la pena máxima.
Este cabreo se fue acumulando hasta el pitido final donde Brahim volvió dirigirse al colegiado para pedirle explicaciones sobre el penalti. De Burgos Bengoetxea siguió insistiendo en que no era penalti y Ancelotti también se unió enfurecido al conocer la decisión del árbitro. Además, estas protestas acabaron con amarilla para el italiano.
Fuera de sí
El enfado de Brahim continuó hasta los vestuarios y allí fue donde arrasó con todo: "Es una mierda, no me puedo creer que no lo haya pitado". Los compañeros trataron de calmar al futbolista, ya que todos entendían su enfado y le hicieron saber que lo mejor era olvidar todo lo ocurrido en Getafe.