Está claro que cada vez que un futbolista de la talla de Leo Messi juega en una liga de menor nivel, pero de gran crecimiento, se tiene que respaldar y agrandar la figura de dicho jugador. Es obvio que todos conocemos la Major League Soccer (o MLS) como una liga a la cual se van a retirar alguno de los mejores jugadores de la historia. David Beckham, Steven Gerard, Andrea Pirlo y un largo etcétera de futbolistas míticos que dieron sus últimas patadas a un balón en el soccer.
Ahora, Messi y toda su tripulación de ex compañeros culés han ido al Inter de Miami a jugar lo que presumiblemente serán sus últimos partidos como futbolistas profesionales. Una liga en desarrollo que está atrayendo a algún que otro jugador joven, como Riqui Puig, pero que aún mantiene la fe de poder convertirse en una de las mejores del mundo con el paso del tiempo. Messi, Busquets, Alba… son un empujón más que claro para la liga, pero tampoco se le debe tratar de una forma distinta.
Y es que el entrenador de su último rival, el Orlando City, se ha quejado del trato de favor que se le hizo a Messi en el último partido que disputaron ambos clubes.
Declaraciones contundentes
El entrenador de Orlando City mencionó en sus declaraciones la no conformidad con el papelón que había visto en su partido ante el equipo de Miami: “Es un circo. Fue muy frustrante”, mencionaba el técnico.
En la red social Twitter, de hecho, se ha viralizado un vídeo en el cual Messi protesta una amarilla y el árbitro, encantado de la vida, procede a sacar la amarilla, aunque no tenía pensado hacerlo.
Esto daña la liga
Y mucho, porque no querrán muchos clubes, jugadores y entrenadores ser parte de este show en los que se están convirtiendo los partidos de Messi en Estados Unidos. Esperemos que la situación cambie.