La verdad es que el culebrón Mbappé está de lo más tranquilo para el propio Mbappé. En esta vez y este año, a él simplemente le toca esperar acontecimientos y acometer decisiones que parecen ya más que repensadas por parte del jugador y de su familia. Él ha dicho públicamente que quiere quedarse esta presente temporada en el Paris Saint Germain, y el Paris Saint Germain ha dicho que o renueva o se le vende. No quiere renovar, puesto a la venta.
Aunque una de las primeras cosas que hacían quedarse y forzar la máquina para Kylian Mbappé ya se ha dado: ya ha cobrado ese 50% en cuanto a la ya más que famosa, nombrada y renombrada en cada una de las informaciones que se dan, cláusula de fidelidad. La primera mitad, en el ya pasado 1 de agosto. La otra, el día 1 de septiembre. Según dicen las fuentes cercanas, la cifra se acercaría a los 80 millones de euros.
Pero mientras tanto la política de comunicación y la estrategia de Kylian Mbappé es más que clara: el pertenece al Paris Saint Germain y hará lo que el club le pida. Simple. Y mientras tanto seguirá subiendo fotos riéndose y firmando autógrafos.
No parar de reír
Es la forma más sencilla de hacer verle a los medios de comunicación y al propio PSG que lo que te está pasando no te está afectando de ninguna manera. De hecho, nunca hemos dejado de verle sonreír.
Y aún más en una de esas últimas publicaciones que ha hecho en sus redes sociales, donde ha subido una foto riendo con un chándal verde completo que le hace parecer camuflarse con el césped de fondo.
Lo tiene en su mano
Ahora el abanico se abre: se puede quedar o se puede marchar. Nadie le va a echar y si quiere salir tiene las puertas abiertas de par en par. Tú decides, “Kiki”.