El Real Madrid no consiguió marcharse de Vallecas con el resultado esperado y dan un pasito atrás en el campeonato liguero. El equipo de Ancelotti solamente pudo sacar un empate ante el Rayo, aunque los jugadores se marcharon con la sensación de que merecieron más en el encuentro.
Los blancos tuvieron varias ocasiones para poder materializar, pero fueron incapaces de derribar la defensa rayista. Sin embargo, la actuación arbitral dejó mucho que desear ante el equipo madrileño y uno de los jugadores del Real Madrid que se marchó cabreado con Alejandro Muñíz.
Rodrygo entró en la segunda parte y aportó aire fresco a un Real Madrid que se encontraba estancado en Vallecas. En una de las acciones que dejó el delantero brasileño, el atacante pidió penalti en una de las internadas que realizó dentro del área rival.
El futbolista carioca cayó tras recibir una zancadilla de Óscar Valentín que no vio ni el VAR ni el propio Alejandro Muñíz. Rodrygo fue a por el árbitro tras la acción, pero el colegiado le comunicó que no había nada. Este cabreo perduró en el jugador hasta el final del encuentro y estalló tras el pitido final.
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"No me lo puedo creer, es muy claro", admitió Rodrygo a sus compañeros en los vestuarios. El delantero brasileño asegura que la zancadilla le impide disputar el balón y que no entiende cómo nadie pudo ver nada. Además, en la retransmisión tampoco pudimos ver ninguna toma clara de dicha la jugada.