Desde su llegada al Real Madrid, Bellingham ha dado un paso más convirtiéndose en una estrella mundial. Pocos jugadores han tenido el impacto que ha tenido él en su primera temporada en el Bernabéu, pero es que se ha ganado a todos con buen fútbol y con goles determinantes, especialmente en ese inicio de curso en el que sostuvo al equipo.
Pero sobre todo lo que ha gustado al madridismo es la ambición que demuestra. Está claro que ha llegado con hambre de títulos, después de que en su última temporada en el Borussia se les escapara la Bundesliga en la última jornada, y eso que dependían de sí mismos. Quizás por eso no se contenta con lo logrado y todavía quiere más.
Esas ganas no son nuevas ya que desde siempre ha mostrado una gran ambición, con muchas ganas de ganar en todo. Así lo ha confesado su madre que ha sacado a la luz un curioso secreto de Jude, pero que no es algo de ahora sino que se trata de un detalle de cuando el británico era niño y jugaba con su hermano Jobe a la videoconsola.
El secreto de Bellingham que confiesa su madre
La madre de Bellingham ha confesado en una entrevista que "cuando mis hijos jugaban (al Fifa) cuando eran niños, siempre se escondían las manos con una bolsa de plástico durante los penales, porque no confiaban el uno en el otro y no querían que el otro lo supiera. de qué lado golpearán la pelota". Está claro que ninguno de los dos quería perder.
Quién no ha intentado mirar a su rival para tratar de adivinar hacia qué lado iba a tirar un penalti, buscando parárselo para así ganar un partido. O justo lo contrario, se ha ocultado de cualquier manera para evitar ser descubierto. Bellingham y su hermano tenían esta peculiar forma de hacerlo, con bolsas de plástico.