Cristóbal Soria, conocido por su polémico estilo como tertuliano en El Chiringuito, ha vuelto a generar controversia tras los graves incidentes ocurridos en el derbi madrileño en el Metropolitano.
El exdelegado del Sevilla, lejos de condenar los actos de violencia que obligaron a suspender el partido durante 10 minutos, decidió publicar un video de Carles Puyol lanzando un mechero fuera del campo en un clásico entre Real Madrid y Barcelona, acompañado del mensaje: "Gracias Carles Puyol por esta lección magistral sobre un terreno de juego…!!!".
Condenar, no blanquear
La intención de Soria de utilizar ese video para blanquear lo sucedido en el Metropolitano es simplemente indefendible. En lugar de criticar los lamentables actos que pusieron en peligro a Thibaut Courtois y que empañaron un espectáculo que debía ser deportivo, Soria optó por señalar al Real Madrid, acusándolo de falta de valores y desviando la atención de la gravedad de los hechos. Comparar el gesto de Puyol, que sí mostró deportividad en su momento, con lo sucedido en el Metropolitano es una maniobra tan ridícula como peligrosa.
Lo más preocupante es que, en su afán por desprestigiar al Real Madrid, Soria minimiza la violencia y el fanatismo que cada vez manchan más el fútbol español. ¿Acaso el tertuliano no entiende la diferencia entre un gesto aislado y una oleada de objetos lanzados desde la grada que obligó a interrumpir el partido? Su intento de utilizar ese video para justificar o relativizar lo ocurrido en el derbi no solo es incoherente, sino que muestra una total falta de responsabilidad.
El fútbol debe ser un deporte basado en el respeto, y figuras públicas como Cristóbal Soria tienen una responsabilidad moral para condenar de forma tajante los actos de violencia, no para intentar blanquearlos con comparaciones desafortunadas.