Uno de los futbolistas más importantes del Real Madrid es Luka Modric. El mediocentro balcánico, fichado en 2013 por José Mourinho, no parecía entrar dentro de los planes del club a largo plazo. Pero la insistencia del portugués en darle un hueco en la plantilla terminó por demostrar que el '19' tenía mucha calidad en sus botas.
Un inicio discreto
Su actuación en La Décima, donde asistió a Sergio Ramos para el gol del empate in extremis de Lisboa, fue su consagración como jugador del Real Madrid. Ya casi 10 años después de aquel momento histórico, Luka Modric afrontaría su última campaña como jugador del club blanco.
Ha sido precisamente su estadía en el Santiago Bernabéu y en la Ciudad Deportiva de Valdebebas la que ha posibilitado el gran cambio físico de Luka Modric con el paso de los años. Si bien el hoy '10' croata era un futbolista no muy alto y con un físico escuálido que le permitía deslizarse entre los rivales, también tenía su riesgo de lesiones.
Cambio radical
Pero la preparación física de varios integrantes de los cuerpos técnicos con los que ha trabajado a lo largo de los años, como Antonio Pintus y David Bettoni, ha servido para que esta situación se invierta completamente y Luka Modric goze del físico y del aspecto de un futbolista totalmente entrenado para dar el máximo en la élite más allá de los 90 minutos.
Ya lo ha demostrado en más de una ocasión, tanto con la camiseta del Real Madrid como con la de Croacia. Aunque Luka Modric pueda parecer prácticamente invencible, la realidad es que el croata ha sido parte fundamental de la historia reciente del Real Madrid pero su paso por el club blanco tiene una fecha límite que está cada vez más cerca: el final de la temporada 23/24.