Es raro que el Real Madrid mire hacia atrás en términos futbolísticos. Bajo el mandato de Florentino Pérez se han producido escasos regresos de 'hijos pródigos' al vestuario del Santiago Bernabéu: cuando un futbolista decide marcharse de la entidad blanca, la puerta de entrada se cierra para siempre.
Ha pasado con muchos nombres en los últimos años y, aunque han sido jugadores que consiguieron los mayores éxitos con la elástica blanca, decidieron dar por terminado su ciclo en la entidad merengue. El último en intentar regresar al Real Madrid es Keylor Navas. El arquero costarricense, sin embargo, se ha quedado con las ganas.
Malos recuerdos
El exportero del Real Madrid empezó a formar parte de la polémica desde verano de 2018, cuando Thibaut Courtois llegó traspasado desde el Chelsea. El arquero belga acumuló más titularidades que el entonces '1' centroamericano, algo que no gustó en su entorno y empezó a enrarecer el ambiente en el vestuario.
Lopetegui primero y Solari después tuvieron que ir alternando a ambos guardametas para evitar que el vestuario del Santiago Bernabéu se convirtiera en un polvorín, una situación que la junta directiva liderada por Florentino Pérez resolvió por la vía rápida: se colocó a Keylor Navas en la lista de transferibles.
Salida exprés
El portero costarricense eligió marcharse al PSG y, a cambio, la entidad blanca recibió la cesión de Alphonse Aréola. Aquella temporada, la 19/20, significó la consolidación de Thibaut Courtois como el portero titular del Real Madrid. Mientras tanto, Keylor Navas debía competir para aferrarse a la portería del Parque de los Príncipes.
La pérdida sostenida de protagonismo de Keylor Navas, sobrepasado por Gianluigi Donnarumma, terminó de ser obvia cuando el portero 'tico' terminó la pasada temporada como cedido en el Nottingham Forest. Tampoco dejó buenas sensaciones en el equipo inglés y ahora el PSG no sabe qué hacer con él.
Descartado al instante
El interés de Keylor Navas en regresar al Real Madrid no tuvo una réplica en las oficinas de Valdebebas. Conscientes de que el club blanco debe mirar hacia adelante, los ejecutivos blancos rechazaron sus acercamientos. También para evitar nuevos debates e inestabilidad en un vestuario que, hasta ahora, ha funcionado como una balsa de aceite.
No se olvida la inestabilidad provocada por el debate entre Navas y Courtois durante la temporada 18/19, una situación similar a la que hay actualmente con Kepa y Lunin pero que Carlo Ancelotti mantiene constantemente bajo control manejando bien los egos de ambos arqueros y alternándoles en la titularidad hasta que uno de los dos demuestre definitivamente que merece el puesto.