El presidente azulgrana se encontró un club arruinado que no tenía margen para poder fichar a jugadores, debido a que incumplía por mucho el Fair Play Financiero, con unos sueldos espectaculares que cobraban jugadores que no marcaban la diferencia.
Tras dos años y medio en el cargo, han llegado varios futbolistas de renombre, como Lewandowski, Koundé, Raphinha, Gündogan o Christensen, pero ha sido a costa de vender patrimonio, lo que es pan para hoy y hambre para mañana.
El club se ha conseguido deshacer de jugadores con un salario muy alto, que ha permitido que esa masa salarial que estaba en 700 millones de euros cuando Laporta llegó al club, se haya podido reducir hasta más de 400. Se han aprovechado muchas oportunidades de mercado, que ofrecían a jugadores libres que llegaban sin coste de traspaso, lo que ha facilitado las cosas.
En el pasado verano, el club azulgrana llegó a un acuerdo con el Atlético Paranaense para fichar a una de las grandes promesas del fútbol brasileño, Vitor Roque, que llegará presumiblemente al FC Barcelona en este próximo mercado de invierno.
Su coste ha sido de 30 millones fijos, 31 en variables más impuestos. Estos más de 70 millones que puede costar el fichaje no fue óbice para que se llevara a cabo, aun estando en la situación económica que está el Barça.
La nueva opción que quiere el Barça pero no puede pagarlo
Pero Xavi quiere más gol, y le ha pedido a Laporta a un jugador argentino, que se proclamó campeón del mundo en Catar con su selección y que juega en el actual campeón de la Champions League. Julián Álvarez es el delantero que quiere el de Terrassa para reforzar el ataque del equipo.
El futbolista que llegó al City a cambio de 21 millones de euros, vive a la sombra de Haaland, el mejor goleador del mundo. Se le ve como un sustituto de Lewandowski, al que los años ya no perdonan, y tiene más lesiones de las normales. Pero el coste del jugador argentino puede ser inalcanzable para el Barça.