El Real Madrid y el Espanyol han tenido una relación tensa desde el traspaso de Joselu.
Hace dos temporadas, Joselu era jugador del Espanyol y formaba parte del equipo que descendió a la Segunda División. Sin embargo, para evitar jugar en la categoría inferior, el delantero fue cedido al Real Madrid, donde tuvo una actuación destacada.
La temporada pasada, Joselu anotó 18 goles, una cifra impresionante para un delantero suplente. Entre sus goles más memorables están los dos que marcó al Bayern de Múnich, asegurando el pase del Madrid a la final de la Champions League, la cual ganaron contra el Borussia Dortmund.
Pero la compra de Joselu y posterior venta a Qatar no ha gustado en Catalunya, y las relaciones entre el Espanyol y el Madrid se han deteriorado.
Un traspaso conflictivo
Este verano, un equipo de Qatar mostró interés en Joselu, y el Real Madrid decidió comprar su pase al Espanyol para venderlo inmediatamente al equipo qatarí.
Esta operación no fue bien recibida por el club catalán, que se sintió perjudicado por la rápida reventa de uno de sus jugadores más valiosos.
La situación creó una fricción considerable entre ambos clubes, poniendo en riesgo futuras colaboraciones y acuerdos.
Dotor, el pacificador
Para aliviar las tensiones generadas por la compraventa de Joselu, Florentino Pérez ha decidido ceder al joven mediocampista Carlos Dotor al Espanyol.
Aunque no se trata de un regalo, el Real Madrid ha facilitado notablemente esta cesión, reconociendo la importancia de mantener una relación cordial con el conjunto perico.
Dotor, una de las promesas de la cantera madridista, deja el Celta y llega al Espanyol con la esperanza de ganar minutos y experiencia en la primera división, mientras que el Espanyol recibe un refuerzo de calidad para su plantilla.
Este movimiento se interpreta como un gesto de buena voluntad por parte del Real Madrid, buscando enmendar la situación generada por la venta de Joselu y asegurar un trato más armonioso entre ambos clubes en el futuro.