Hay un fichaje actual del Real Madrid que no estaba planeado por los ejecutivos liderados por Florentino Pérez para esta temporada: Kepa Arrizabalaga. El exportero del Chelsea llegó al Santiago Bernabéu en un acuerdo de última hora después de que Thibaut Courtois se lesionara el cruzado y se confirmaran los peores temores del madridismo: se quedaría fuera casi toda la temporada.
Debate corto pero intenso
Aunque en principio se pensó en quedarse con Andriy Lunin y subir un portero del Real Madrid Castilla, esta solución quedó rápidamente descartada cuando los ojeadores de Juni Calafat empezaron a dar informes a los mandamases madridistas acerca de los porteros que estarían abiertos a unirse a la plantilla blanca. En esa lista estaba Kepa, pero también su gran rival que estuvo a punto de quitarle el puesto.
El Real Madrid valoró el fichaje de un portero a precio de saldo, puesto que la situación después del traspaso de Jude Bellingham no era la mejor a nivel presupuestario: estamos viviendo la versión más ahorrativa y conservadora de la misma junta directiva que una vez deslumbró al mundo entero con su política de fichajes de 'Zidanes y Pavones'.
Kepa encajó totalmente en ese perfil y su fichaje recibió el visto bueno de todas las partes implicadas, pero el arquero vasco estuvo muy cerca de quedarse en Stamford Bridge o de convertirse en el portero del Bayern de Múnich, como había planeado en un principio: había otra opción importante de fichaje que casi se hizo realidad.
Posibilidades
El otro portero que se había contemplado como reemplazo del lesionado Courtois es Giorgi Mamardashvili. El guardameta del Valencia es joven y parece tener buena proyección para los próximos años, por lo que los mandamases merengues se habían mostrado partidarios de hacerse con sus servicios lo antes posible para cubrir la baja del '1' belga.
Sin embargo, las opciones de su fichaje cambiaron radicalmente cuando Kepa Arrizabalaga se ofreció voluntario para vestir la elástica blanca con una operación de cesión que no obligaba al Real Madrid a quedarse con el arquero vasco siempre que no le convenciera su actuación. De esta forma, Mamardashvili quedó totalmente descartado, entre otras cosas, por su reticencia inicial a unirse al club blanco y el pago de un tránsfer solicitado por el Valencia que no encajaba en los planes de los directivos de Florentino Pérez.