El PSG afronta su último gran partido de la temporada después de caer eliminado en semifinales ante el Borussia Dortmund. Los pupilos de Luis Enrique se juegan salvar la imagen de la temporada en la final de la Copa de Francia contra un Olympique de Lyon que ya dio la sorpresa después de ganarles en la última jornada de la Ligue 1.
No hay peor momento posible en el Parque de los Príncipes. Además de una afición francesa dividida por la salida de Kylian Mbappé, su presencia en la final de este torneo nacional no está garantizada: el técnico asturiano no se ha atrevido a asegurar que el '7' galo tenga la oportunidad de ser titular en el que podría ser su último título vistiendo la elástica de la entidad rouge et bleu.
Las palabras de Luis Enrique, que abre la puerta a un debate que se extenderá durante los próximos cinco días hasta esa final contra el Olympique de Lyon, también señalan que Mbappé habría 'desconectado' definitivamente de la disciplina deportiva parisina: el entrenador español parece contar con "quién está más preparado, quién tiene más ganas, quién tiene intención de jugar".
De mal en peor
En ese grupo de futbolistas podría, o no, estar Kylian Mbappé. El atacante de Bondy es el principal argumento ofensivo del PSG en el tramo final de temporada, pero ni siquiera la presencia del ariete galo ha servido para llegar hasta la final de Wembley. Muchos en el país vecino verían una suplencia de Mbappé en la final de la Copa de Francia como un 'castigo', otro más desde que se filtraron las conversaciones que el delantero francés tuvo con Nasser Al-Khelaïfi y sus compañeros de vestuario.
Los compases finales de la temporada 23/24 están dejando muchas turbulencias en la entidad capitalina gala, que intenta dejar atrás todo rastro de Kylian Mbappé para, de la mano del propio Luis Enrique, enfocarse en un proyecto deportivo totalmente renovado, con mayor espíritu de equipo y que recurra con más asiduidad al talento que sale de la cantera futbolística francesa.