El Real Madrid comenzó el encuentro de la mejor manera posible. En un contraataque perfectamente ejecutado, Valverde la puso aplacer para que Joselu anotara el primer tanto del encuentro. El conjunto de Ancelotti salió muy enchufado y de nuevo, Joselu volvió a encontrar portería, pero el gol fue anulado tras que el centro de Lucas Vazquez saliera por la línea de fondo.
Sin embargo, el Rayo Vallecano se metió de nuevo en el encuentro después de que el VAR señalara penalti tras una mano involuntaria de Camavinga dentro del área. Raúl de Tomás no perdonó y puso en el empate en el marcador. Los blancos reaccionaron tras el golpe y Valverde estuvo cerca de adelantar a su equipo, ya que su golpeo, desde fuera del área, pegó en el poste derecho de Dimitrievski.
Imprecisión en Vallecas
El partido se volvió mucho más disputado, con ambos equipos buscando el gol y sin ningún dominador claro. Lunin tuvo que intervenir para salvar el segundo del Rayo tapando a la perfección un potente disparo de Álvaro al primer palo. El Real Madrid se marchó al descanso con sensaciones encontradas tras haber perdido ese control absoluto del encuentro.
En la primera jugada de la segunda mitad, Tchouaméni se confió en exceso y Álvaro estuvo a punto de aprovechar el error, pero su disparo pegó en el francés. Tras esta acción, el Real Madrid se hizo con el control y tanto Brahim cómo Tchouaméni estuvieron cerca de anotar. El conjunto de Ancelotti siguió insistiendo y tras un buen pase filtrado de Brahim, Joselu estuvo cerca de anotar, pero Dimitrievski lo impidió.
Un muro difícil de derribar
El partido se fue rompiendo con el paso de los minutos, pero el Real Madrid se encontró cómodo en esta situación. Kroos estuvo cerca de anotar tras un gran lanzamiento de falta, pero Dimitrievski, con una gran estirada, lo evitó. Los blancos embotellaron al Rayo en su campo, pero no fueron capaces de derribar el muro rival en Vallecas.
Además, Carvajal vio la segunda tarjeta amarilla en los minutos finales del partido en una acción innecesaria y que no gustó nada a Ancelotti. El Real Madrid lo intentó hasta el final, a pesar de estar con 10 y tuvieron que marcharse del Estadio de Vallecas con tan solo un punto debajo del brazo.