Estos tres jugadores del Real Madrid tienen algo en común: están muy bien valorados en Inglaterra. Varios equipos como Chelsea o Liverpool han intentado ficharles en los dos últimos años pero no lo han conseguido, aumentando la distancia respecto del club blanco. Sin embargo, el Liverpool por fin podría responder después de tanto tiempo.
Muchas dudas
En la entidad red tendrían pendiente la recepción de una impactante oferta por una de sus máximas estrellas: Mohamed Salah. A pesar de que tiene 31 años, el tiempo del extremo egipcio en el fútbol de élite mundial parece estar agotándose cada vez más rápido y la llamada de Arabia Saudí es muy tentadora.
Si bien los directivos del Al-Ittihad plantearon varias ofertas millonarias para hacerse con los servicios del '11' red, ninguna funcionó y la temporada 23/24 en Anfield ha arrancado con Salah militando para el cuadro entrenado por Jürgen Klopp un año más. Pero el mercado de invierno se configura como la gran 'amenaza' para la continuidad de Salah en Inglaterra.
Según las informaciones de varios portales web europeos, el Al-Ittihad estaría preparando una oferta total de 250 millones de euros. Esta cifra sería final e incluiría bonificaciones para todas las partes implicadas en el traspaso, superando ampliamente la anterior oferta que oscilaba entre los 170 y los 190 millones de euros. Aunque el Liverpool se resiste a la salida de Mohamed Salah, la posibilidad de reemplazar al egipcio con una estrella joven de primer nivel podría ser el 'empujón' que necesita este posible acuerdo para salir adelante.
Remedio que no gusta en Valdebebas
Ahí es donde Fede Valverde, Rodrygo Goes y Tchouaméni se convierten en 'objetivos' de un Jürgen Klopp que ha perdido en demasiadas ocasiones contra Florentino Pérez. Traspasos como el de Jude Bellingham o el del propio Aurélien Tchouaméni son los dos últimos ejemplos, pero el entrenador alemán podría usar este ingreso inesperado de dinero para sacar a uno de estos intocables madridistas del Santiago Bernabéu en verano de 2024, ofreciendo un tránsfer situado por encima de los 120 millones de euros gracias a la inyección de efectivo obtenida de la marcha de Mohamed Salah.