En las oficinas de Valdebebas quieren revolucionar el mercado de fichajes. Pero no será en enero: Florentino Pérez ha tomado la decisión de agrupar todos los posibles traspasos que el Real Madrid tenga al alcance para llevarlos a cabo durante el mercado de verano. Solo entonces comenzará el movimiento en la entidad merengue.
Reorganización
Uno de los supuestos objetivos del club blanco para las próximas temporadas es Gonçalo Inácio. Los rumores de su llegada durante el mercado de invierno, para el que falta poco más de un mes, demostró que los ojeadores de Juni Calafat le habían seguido de forma exhaustiva desde hace tiempo. Sin embargo, no se había hecho ningún acercamiento para incorporarlo a la plantilla blanca.
El Sporting de Portugal, previendo un posible movimiento, decidió dejarlo todo claro: la única forma de que Gonçalo Inácio salga del José Alvalade es mediante una cláusula de rescisión de 60 millones de euros. Este precio haría del central luso el refuerzo defensivo más caro de la historia del Real Madrid superando por 10 millones la llegada de Éder Militão en enero de 2019, una transacción que se firmó en aquel momento para ahorrar 25 millones de la cláusula de rescisión del zaguero verdeamarelo, entonces en el Oporto.
La decisión del Real Madrid ya ha llegado al entorno de Gonçalo Inácio. Ni el Real Madrid tiene prisa en ficharle ni el Sporting de Portugal apremiará a los clubes interesados para que abonen su cláusula de rescisión: todo dependerá de la iniciativa de otros equipos que puedan considerar a Inácio para la ventana invernal de pases.
Competencia
Aun así, la llegada de Inácio al Santiago Bernabéu sigue sin ser una certeza. Para que los mandamases blancos paguen tal cantidad de dinero por su ficha, primero deberá probarse mejor opción que el 'favorito' de Florentino Pérez para reforzar la defensa merengue de cara a las próximas campañas: un Rafa Marín que está mejorando a velocidad de crucero y en todos los sentidos durante su cesión en el Alavés.