La grave lesión de David Alaba, que estará de baja ocho meses después de romperse el ligamento cruzado durante el partido contra el Villarreal, ha provocado el surgimiento de un importante debate en las oficinas de Valdebebas: la posibilidad de hacer fichajes durante el mercado de invierno.
El 'elegido'
Aunque la entidad merengue no interviene en esta ventana, podría hacerlo durante el presente curso futbolístico ante la situación de emergencia que vive una defensa merengue en cuadro: solo hay cuatro futbolistas disponibles para cuatro puestos. Para ampliar ligeramente las alternativas hasta que jugadores como Dani Carvajal o Ferland Mendy estén de regreso a la disciplina blanca, Ancelotti habría encontrado al futbolista ideal.
El nombre del jugador es Giorgio Scalvini. El zaguero del Atalanta destaca por su corpulencia física y su gran altura, dos de sus virtudes que le convierten en uno de los mejores futbolistas de la Serie A. Su crecimiento militando en el equipo de Bérgamo ha dejado claro que Scalvini es uno de los centrales jóvenes con más proyección de los próximos años.
Difícil sí, imposible no
Pero aunque el Real Madrid hubiera dado luz verde a su incorporación durante los dos mercados de fichajes de esta temporada, tanto el de invierno como el de verano, la realidad es que la competencia que hay para hacerse con la ficha de Scalvini es muy elevada. Esto convierte a su traspaso en una misión muy complicada.
Los dos grandes 'oponentes' del Real Madrid serían, según los últimos informes, Manchester City y FC Barcelona. Si bien desde las oficinas de Valdebebas consideran que el club catalán tiene opciones para fichar a Scalvini gracias a una nueva palanca puesta en marcha por Joan Laporta, la verdadera preocupación no es otra que el cuadro sky blue.
Su potencial económico, prácticamente ilimitado, podría sufragar cómodamente una operación que seguramente rebasaría los 40 millones de euros: este es el valor de mercado del futbolista del Atalanta. El club italiano, sabedor de la situación de urgencia del equipo blanco, podría exigir un precio cercano a los 60 millones de euros.