Van der Sar desvela la pesadilla de Cristiano Ronaldo antes de fichar por el Madrid

CristianoRonaldo es uno de los mejores jugadores de la historia, leyenda del Real Madrid  pero también del ManchesterUnited. Con los ingleses llegó a conquistar una Champions en el 2008. Antes de dar el salto al conjunto blanco el verano de 2009, donde llegó siendo ya una estrella.

Sin embargo, su fichaje por el cuadro merengue no fue sencillo, fue una operación que se alargó varios años. El Madrid ya le había echado el ojo, pero no pudo cerrar el acuerdo tan pronto como querían. Aunque al final la historia llegó a buen puerto como por todos es conocido.

Pero en su etapa en Old Traffordcoincidió  con el portero VanderSar, que ahora ha hablado sobre aquella época. El neerlandés ha confesado la pesadilla por la que le hacía pasar en cada entrenamiento. Algo que demuestra la ambición de CR7 para mejorar y llegar a lo más alto.

“Recuerdo que después de los entrenamientos, Cristiano me pedía lanzar algunas faltas. Yo le decía que le tirara al segundo o tercer portero, pero él me respondía: “¡No, no, quieromarcarle al mejor!”. Y si noloconseguía, lo intentaba  una y otravez  hasta marcar” ha recordado.

Un especialista en faltas a base de entrenamiento y mucho sacrificio

Van der Sar ha desvelado un detalle de Cristiano Ronaldo que por otra parte no debería sorprendernos. Y es que el portugués siempre ha demostrado llevar un entrenamiento muy minucioso. Su físico ha sido uno de sus puntos fuertes, que le ha llevado a seguir jugando a los 39 años.

No es de extrañar que en el último partido con Portugal anotase un doblete, con un golazo de chilena incluido. Ha seguido manteniéndose en forma, sabiendo la importancia de cuidar y entrenar. Algo que como hemos visto, sus compañeros reconocen por haberlo sufrido.

De hecho, el portero neerlandés ha confesado algo más sobre como se sentía con ese bombardeo de falta. “Yo le decía: “Cristiano, ¿quépasa con miconfianza en mí mismo? ¿Por qué todo gira en torno a tu confianza?”” ha añadido. Y es que él era el perjudicado, porque no paraba hasta marcarle.