La Fábrica del Madrid es una mina de oro: el club gana una millonada con su cantera

La gestión de los ejecutivos blancos aumenta los réditos obtenidos por la entidad merengue

Enrique Sanz
27 de Junio de 2024
Decisión tomada, Florentino le quiere fuera y trabaja desde ya en su salida: es una prioridad
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Uno de los pilares de los próximos proyectos deportivos en el Real Madrid es La Fábrica. Incluso ahora, cuando el actual proyecto basado en jóvenes estrellas está a punto de ver completada su plantilla gracias a intervenciones muy concretas en el mercado de pases, la cantera del Real Madrid tiene mucho que decir.

Los informes de varias entidades que analizan el fútbol europeo colocan a La Fábrica como una de las mejores canteras del balompié de élite por varios motivos. Uno de ellos es el rendimiento que ofrecen los jugadores formados en las categorías inferiores del Real Madrid: la mayoría de los que han salido en los últimos doce años están en equipos de las primeras divisiones de las cinco grandes ligas... cuando no en la propia disciplina deportiva merengue.

La exportación de talento que La Fábrica acomete cada verano no solo implica la marcha de jóvenes talentos a otros equipos, puesto que la junta directiva merengue suele 'vigilar' de cerca su rendimiento con el objetivo de considerar una recompra en caso de que sus actuaciones se hayan consolidado en torno a un nivel aceptable para ingresar al primer equipo.

Grandes resultados

Todos esos canteranos que han ido marchándose de la Ciudad Real Madrid en la última década han dejado la friolera de 200 millones de euros en las arcas del Santiago Bernabéu. Además de ser uno de los mejores entornos para la formación de futuras estrellas futbolísticas, La Fábrica desempeña una segunda función aportando efectivo a la tesorería madridista.

Si bien es cierto que hace su parte, también hay que señalar que lo suele hacer en pequeñas cantidades: la mayoría de estos traspasos no ha superado los diez millones de euros debido a la edad de los futbolistas que salen de La Fábrica y su nula experiencia en un proyecto deportivo de Primera División. Solo casos excepcionales como Achraf Hakimi o Raúl de Tomás superaron esa barrera: sus fichajes costaron 43 millones y 20 millones de euros respectivamente.