Real Madrid Confidencial Confirmada la jugarreta del Barça a su leyenda, Florentino le pinta la cara a Laporta
El Barça está presionando para que Ter Stegen (lesionado) se marche e inscribir a Joan García, el Madrid renovó a Carvajal tras su lesión
El FC Barcelona vuelve a estar en el foco. Esta vez, por el trato que está dando a uno de sus capitanes: Marc-André ter Stegen. El portero alemán, lesionado y dolido, ha decidido plantar cara al club.
En plena tensión por su recuperación, el Barça presionaba para que se operara. ¿El motivo? Utilizar su baja para inscribir a Joan García. Querían que estuviera fuera más de cuatro meses, pero el guardameta ha decidido no colaborar.
El gesto del Madrid con Carvajal
La comparativa con el Real Madrid es inevitable. Al día siguiente de lesionarse Dani Carvajal, el club blanco le renovó su contrato, sin dudar, sin presionar. Un gesto de confianza y respeto.
En cambio, en Barcelona todo ha sido diferente. Ter Stegen renovó hace meses para ayudar al club económicamente. Aceptó aplazar parte de su sueldo y ahora, tras caer lesionado, la entidad le quita el dorsal y lanza filtraciones para forzar su salida.
El Barça ya ha fichado este verano a Joan García, portero revelación de la pasada Liga. Además, tiene en la recámara a Wojciech Szczęsny. Pero hay un problema: el límite salarial.
La idea era usar la baja médica de Ter Stegen para liberar espacio, pero el alemán ha decidido frenar los planes. En redes, dejó claro que su ausencia será de tres meses. Nada de lo que el club esperaba.
Y eso cambia todo. Porque según los artículos 77 y 107 del control económico de LaLiga, si no llega a los cuatro meses, no se libera el 80% del salario. Ni siquiera el 40%, si la lesión es anterior a julio.
Venganza en marcha
Ter Stegen no dará facilidades. Está harto de la presión interna, de las filtraciones sobre su sueldo, de los rumores de que no cuenta e incluso de la campaña en redes con el hashtag #TerStegenOut.
El Barça, mientras tanto, explora fórmulas para inscribir. LaLiga permite hacerlo de forma provisional, en lo que se conoce como "fichajes en cámara lenta". Pero el club azulgrana prefiere evitar ese escenario.
Florentino, desde Madrid, lo ve claro: respeto al vestuario. Y la diferencia de trato habla por sí sola. Una nueva victoria silenciosa del presidente blanco ante una directiva azulgrana llena de frentes abiertos.
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