Real Madrid Confidencial Del Real Madrid al Girona, la gran promesa de la defensa sale por la puerta de atrás
Vitor Reis no ha terminado de asentarse en el Manchester City y la falta de minutos le ha llevado a buscar una cesión
Vitor Reis era una apuesta de futuro. Uno de esos nombres que apuntaban alto. El Real Madrid le siguió muy de cerca, pero al final fue el Manchester City quien se llevó el gato al agua.
Pagaron 37 millones por él. Una inversión fuerte para un central de solo 19 años. La idea era clara: convertirle en un pilar defensivo a medio plazo, pero las cosas no han salido como se esperaba.
Reis apenas ha disputado cuatro partidos con el primer equipo del City. Muy lejos de lo que se proyectó cuando aterrizó en Inglaterra. Ahora, el club busca una salida.
Según informa la Cadena SER, su destino más probable es el Girona. Una cesión que podría cerrarse en los próximos días.
De fichaje estrella a salida obligada
El movimiento tiene lógica. el Girona pertenece al City Group y su estilo de juego se adapta bien a las características del brasileño. Un equipo que quiere el balón, que saca el juego desde atrás y que da protagonismo a sus defensas.
Vitor también lo ve con buenos ojos. Sabe que necesita minutos y en Girona podría tenerlos. Más aún si los catalanes consiguen mantener su línea de juego ofensiva y valiente en LaLiga con la idea de regresar a Europa.
El sueño de triunfar en el City tendrá que esperar. Lo mismo que ocurrió con el Real Madrid, que valoró su fichaje pero terminó descartándolo. El alto precio del traspaso no terminaba de convencer en Valdebebas.
Última oportunidad para recuperar el rumbo
Para muchos, esta salida al Girona es una oportunidad. Pero también una señal. Reis ha pasado de estar en el radar de los grandes a buscar su sitio en un equipo de perfil medio y todo en apenas seis meses.
El fútbol no espera y menos en clubes como el City. Si no rindes de inmediato, te toca salir, aunque solo tengas 19 años.
Vitor quiere revertir la situación en la Liga, en un entorno más tranquilo y con el Girona como trampolín. Su reto: demostrar que todavía puede cumplir las expectativas que un día generó. Aunque ahora, desde la segunda fila.
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