Primero Mbappé y ahora él, Al-Khelaïfi a punto de perder a un peso pesado del equipo

La salida de Mbappé durante el verano pasado fue un duro golpe para el  PSG. El francés, quien fuera la estrella por varios años del equipo, finalmente salió con rumbo al Real Madrid. No obstante, su salida no sería la única que generaría grandes problemas en el club parisino.

Luis Campos, director deportivo del PSG, estaría en la rampa de salida. El Arsenal, el cual se quedará sin Edu Gaspar, ha mostrado interés en su incorporación. El contrato de Campos, vigente hasta 2025, no ha sido renovado, dejando a Al-Khelaïfi cerca de perder a otra pieza clave.

Tragedia tras tragedia

Llegando al PSG en 2022, Luis Campos ha sido cuestionado varias veces por sus operaciones. La salida de Mbappé era uno de los objetivos que el portugués se vio incapaz de poder cumplir. Aunado a esto, su desembolso de 800 millones de euros en tres años ha sido criticado por la falta de títulos europeos.

A pesar de esto, el portugués se ha ganado la confianza de Al-Khelaïfi y, sobre todo, de Luis Enrique. El trabajo que realice al lado del entrenador asturiano ha forjado una excelente relación entre ambos. No obstante, está gran amistad no sería suficiente para mantenerlo en el PSG.

Pese a los acercamientos de Al-Khelaïfi para renovar el contrato de Campos, estos no han tenido el éxito esperado. La presencia del Arsenal se ha hecho cada vez más grande debido a esto, con el club inglés mostrando su disposición para firmar a Campos.

La incapacidad del PSG

Así como sucedió con la gran mayoría de sus jugadores, el PSG ahora está cerca de perder directivos. La incompetencia de los parisinos está quedando demostrada por medio de esta operación. Teniendo un enorme capital, el equipo no ha logrado encontrar la manera para mantener a sus piezas más importantes.

Esta situación dista mucho de los grandes equipos de Europa como el Real Madrid. El equipo merengue, desde hace bastantes años, destaca por una administración impecable. Los logros del club blanco sólo hacen más evidente la diferencia entre un gran club y uno que nunca ha aspirado a nada.