
El Real Madrid sorprende, dice ‘no’ al entrenamiento y rueda de prensa en La Cartuja
El Real Madrid ha decidido no acudir al entrenamiento en el estadio y tampoco ha comparecido ante los medios de comunicación
A tan solo unas horas de disputarse la final de la Copa del Rey, el Real Madrid ha tomado una decisión que ha generado gran impacto en el entorno del fútbol español.
El club blanco ha comunicado que no asistirá a ninguno de los actos oficiales organizados por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) previos al partido.
Esto incluye la rueda de prensa oficial, el entrenamiento en el estadio de La Cartuja y la tradicional sesión de fotos.
La medida ha sido interpretada como un plantón rotundo a la Federación y llega en un contexto de alta tensión entre ambas partes.
Según ha trascendido, el motivo principal de este malestar habría sido la rueda de prensa ofrecida por los colegiados del encuentro, celebrada esta mañana.

Desde el club consideran que dicha comparecencia ha sido inoportuna y parcial, y se interpreta como una forma de condicionar el ambiente antes del choque definitivo.
Malestar creciente con la Federación
La decisión de ausentarse de estos compromisos oficiales rompe con la costumbre habitual en una final de esta magnitud y deja en evidencia el deterioro de las relaciones institucionales.
El club no enviará ni a su entrenador, Carlo Ancelotti, ni a ningún jugador para atender a los medios. Tampoco utilizará el césped de La Cartuja para preparar el encuentro ni posará para las fotos reglamentarias con el trofeo.
Esta tensión no es nueva, pero se ha intensificado en las últimas horas. Florentino Pérez ya había anunciado con anterioridad que no asistiría a la cena institucional organizada por la RFEF en Sevilla. Ahora, con la cancelación total de los actos previos, la postura del club se ha endurecido aún más.
Preparación al margen del foco mediático
En lugar de acudir a La Cartuja, el equipo se mantendrá concentrado y trabajará en privado, siguiendo su propio plan de preparación desde la intimidad del hotel de concentración.

La intención del club es mantenerse alejado del ruido externo y focalizado exclusivamente en el partido, aunque el mensaje enviado a la Federación es claro: existe un profundo malestar por el trato recibido.
La final ya venía cargada de tensión por el clásico entre Real Madrid y FC Barcelona. Ahora, la polémica institucional añade aún más carga a un partido que será seguido con lupa tanto dentro como fuera del campo.
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