El árbitro Munuera Montero expulsó a Bellingham y tiene a Messi en un mural de su casa

Parece increíble que un árbitro sea tanto el centro de atención en casi cualquier competición a día de hoy. Sin embargo, lo sucedido en el caso de Munuera Montero ha sido uno de los casos más increíbles y desesperantes que se han podido ver en los últimos años. Un árbitro que, por ignorancia y prepotencia, expulsó a un jugador como Jude Bellingham.

La prevaricación es evidente en casi todos los puntos de vista, excepto por los antimadridistas quienes ven justicia pura. Pero las cosas han empeorado en cuanto han salido las recientes imágenes de la casa del árbitro. Esto debido a que tiene un mural en el exterior de esta donde se puede apreciar claramente una imagen de Lionel Messi, ídolo culé.

Esto ha desatado la furia y desconcierto de todos los madridistas que ven con mayor claridad todo lo ocurrido. Un árbitro que, además de tener un delirio de persecución ridículo, comete actos en pro a su afición en contra del Real Madrid.

Es fan de Messi

Si bien tener afición por el astro argentino e ídolo azulgrana no tiene nada de malo, las cosas cambian radicalmente al ser un árbitro. Esto, además de demostrar la poca imparcialidad, demuestra que hay una afición o incluso idolatría detrás. Viendo lo sucedido genera muchas sospechas sobre alguna posible intención de dañar al club blanco.

Su participación en el partido del Osasuna no sólo se remitió a la expulsión de uno de los mejores jugadores del cuadro blanco, sino a mucho más. Dos penaltis clamorosos y otros más de estudio, además de comerse faltas reiteradas y marcar todo a favor del rival.

Ahora mismo, el descubrimiento de este mural, más que generar dudas, ha expuesto muchas respuestas a lo que algunos ya suponían. Sin embargo, no deja de ser escandaloso ver cómo se puede permitir esta clase de personajes en el mundo del fútbol profesional.

Deberá haber consecuencias

Esto es sólo la punta del iceberg en cuanto se refiere a descubrir ‘oscuros’ secretos del cuerpo arbitral. Aun hay una guerra muy dura por hacer para el Real Madrid que deberá ir con cuidado en terreno claramente enemigo.