La celebración de Mbappé ante el Sevilla incluyó un guiño muy especial, desapercibido

Uno de los protagonistas del último partido de 2024 en el Real Madrid es Kylian Mbappé. El atacante de Bondy parece haber mejorado considerablemente su rendimiento de un tiempo a esta parte: terminó el partido con un golazo y una asistencia a Brahim Díaz.

Su  buen desempeño afecta a las dinámicas generales del primer equipo... y le colocan de nuevo en el debate sobre el liderazgo del grupo cuando Vinícius no está presente. El '7' verdeamarelo fue baja por acumulación de tarjetas amarillas, aunque Mbappé y compañía hicieron que no se le extrañara.

Sea como fuere, el golazo del '9' madridista dejó una celebración realmente particular. Después de batir con un trallazo al portero del Sevilla, el delantero francés inició su mítica celebración cruzándose de brazos. Esa marca registrada ya es parte de la identidad visual del futbolista merengue.

Pero no fue el único gesto que dejó después de anotar el primer gol del Real Madrid en el choque contra el Sevilla. Porque también hizo la celebración conocida como night night, una 'marca de la casa' que corresponde a un deportista muy conocido para todos los seguidores del baloncesto internacional.

Alcance mundial

Porque Stephen Curry, jugador de los Golden State Warriors, es uno de los principales usuarios de esa celebración. Dicho gesto, siempre polémico, se ha convertido en un fragmento muy reconocible y reconocido de la identidad del base natural de Estados Unidos... tanto dentro como fuera de la NBA.

El hecho de que Kylian Mbappé haya elegido esa celebración tiene muchas explicaciones. Además de ser un gesto visualmente llamativo, también podría tener un mensaje a sus críticos y detractores. Ese acompañamiento negativo que ha tenido desde verano de 2024 se va difuminando poco a poco.

Su rendimiento sobre el terreno de juego es el principal responsable de esa tendencia. La mejoría de Kylian Mbappé es constante y notable, llenando de argumentos a personas como Carlo Ancelotti: el míster de Reggiolo ya avisó de que el '9' galo necesitaría adaptación.

Ese plazo de tiempo, a juzgar por lo visto en las dos últimas semanas de diciembre, habría terminado tan repentinamente como empezó. El madridismo lo celebra porque las aspiraciones deportivas del club blanco esta temporada dependen, en gran medida, de su rendimiento.